Medioambiente

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Contexto territorial y actividades

La misión de la UPD es poner en marcha una reconciliación entre las necesidades de desarrollo del territorio, que se quieren asegurar, y el manejo adecuado de sus hábitats y recursos naturales con el fin de lograr un desarrollo sostenible, frente a amenazas medioambientales locales, como la sobre-explotación, o globales, como el cambio climático. Por eso la intervención en asuntos medioambientales de la UPD se centra en actividades de recuperación de ecosistemas comprometidos por las actividades antrópicas, la salvaguarda de territorios de elevado interés para la biodiversidad y la elaboración de estrategias de adaptación y resiliencia frente al cambio climático.

Colombia y el Caribe alojan unos de los ecosistemas más prístinos y diversos del mundo y dependen en gran parte de los recursos naturales para generar crecimiento económico.

Por su localización en la zona tórrida, los países del Gran Caribe cuentan con una gran diversidad de ecosistemas terrestres, marinos y marino-costeros. Estos incluyen algunos de los sistemas con mayor biodiversidad del planeta, como son los bosques tropicales, arrecifes coralinos y manglares, entre otros. Todos ellos, además, son de altísima productividad biológica y tienen gran importancia para las economías locales, pero están muy amenazados como resultado de los impactos ambientales resultantes de las decisiones y políticas de desarrollo y ocupación del territorio. La Región Caribe colombiana cuenta con una amplia oferta natural que es posible agrupar en tres grandes conjuntos de ecosistemas: terrestres, acuáticos marinos y acuáticos continentales. Dentro de este marco, el Sistema Regional de Áreas Protegidas del Caribe (siRap-Caribe) identifica más de 20 tipos de ecosistemas que dan cuenta de la gran diversidad biológica de esta porción del territorio nacional.

Esta diversidad revela la gran importancia ecosistémica de la Región Caribe que, no obstante los impactos y transformaciones ambientales, conserva gran parte de su potencial natural. El contexto de elevado potencial pero enfrenta no solo por el deterioro ambiental, sino también del cambio climático.

Es probable que los cambios pronosticados afecten severamente a varios ecosistemas y sectores al disminuir la diversidad de especies vegetales y animales, la reducción de la disponibilidad de agua y de generación de energía hidroeléctrica, así como la disminución de los recursos y las actividades económicas en las zonas costeras.

Esto plantea la necesidad de estructurar políticas articuladas de protección, conservación y recuperación de las áreas estratégicas para la biodiversidad y la salvaguarda de las costas. Para ello es importante considerar tanto la conservación de los ecosistemas como de los bienes y servicios por estos generados, que dependen de la conectividad física y funcional entre los diferentes tipos de ambientes y ecosistemas, a escala local y regional.

PROBLEMATICAS
Riesgos naturales

Colombia tiene la tercera tasa más alta de desastres naturales entre los países de América Latina; El Caribe colombiano es especialmente vulnerable a estos desastres. Fue tal vez la región más afectada por el invierno de 2010, cuando registró 1,6 millones de damnificados y 308 mil viviendas impactadas.

Cambio climatico

Colombia aporta el 0,35% de las emisiones mundiales de efecto invernadero, de manera que sus decisiones frente al control de gases de invernadero no impactan mucho el balance global. Sin embargo, ha sido catalogado como el tercer país más vulnerable a los impactos derivados del cambio climático: mayor temperatura, aumento en el nivel del mar, erosión costera, pérdida de ecosistemas y eventos de clima extremo. La región Caribe se ve amenazada por una alta vulnerabilidad frente a fenómenos naturales como sequías, inundaciones, vendavales y huracanes. De acuerdo a los escenarios futuros proyectados por el IDEAM, la región Caribe tendrá aumentos de temperatura drásticos producto de una fuerte disminución en las precipitaciones

Problemas regionales

1. Residuos sólidos: la inadecuada gestión de los residuos domiciliarios es uno de los principales problemas ambientales del Caribe colombiano. Esta situación es especialmente seria en las áreas rurales, donde los residuos son usualmente quemados o dispues-tos en parajes deshabitados o en cuerpos de agua, ocasionando importantes impactos ambientales y potenciando la proliferación de vectores de enfermedades que ponen en riesgo la salud de la población más vulnerable.

2. Erosión: En la Región Caribe, factores naturales y antrópicos contribuyen a la erosión y consecuente degradación de los suelos. Entre los fenómenos naturales se destacan la erosión geológica, los derrumbes, y los cambios climáticos y , en cuanto a las actividades humanas, la ampliación de la frontera agrícola, la expansión urbana, la minería, la construcción de vías, la tala de árboles y el inadecuado manejo de cuencas. Se identifican importantes procesos erosivos que se presentan tanto a nivel de la línea de costa como del territorio en general. El 30% de los 233 km2 de playas del Caribe colombiano se ven afectados por este fenómeno.

3. Calidad del aire: La calidad del aire es uno de los problemas más generalizados y graves que afrontan los grandes centros urbanos. Sin embargo, en las ciudades del Caribe colombiano los niveles de contaminación del aire son moderados y los puntos críticos de este contaminante se centran generalmente en las zonas industriales.

4. Contaminación del agua: Colombia es el sexto país con mayor oferta hídrica del mundo. Sin embargo, aproximadamente el 50% de estos recursos tienen problemas de calidad. Según InveMaR, los vertimientos municipales, industriales, agrícolas y de residuos oleosos de la actividad marítima, portuaria, y petrolera son las principales fuentes generales de contaminación de las aguas del Caribe.

Fuentes: Rodriguez, 2013; OECD;

Región de la Sierra Nevada de Santa Marta

El territorio de la SNSM cubre una importancia fundamental para todo el País, siendo una zona protegida y reconocida por el Unesco como patrimonio natural, destino turístico de crecimiento continuo y al mismo tiempo lugar en peligro de reducción de su biodiversidad y con históricos problemas de seguridad por la presencia de grupos armados ilegales.

La subregión es considerada como ecorregion estratégica a nivel nacional con 5 unidades de conservación de importancia nacional: el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, el Parque Nacional Natural Tayrona, el Santuario de Fauna y Flora Cienaga Grande de Santa Marta, el Santuario de Fauna y Flora los Flamencos y la Via Parque Isla de Salamanca.

Por las mismas alturas que alcanza y la conformación de su relieve, hace que la Sierra Nevada se convierta en una gran barrera orográfica en donde aparecen todos los climas (pisos térmicos) de las montañas tropicales. La conjugación de variables como su posición geografica, la influencia marina y de regiones continentales que rodean la Sierra Nevada, hace posible encontrar el gran macroclima que se fragmenta al penetrar en la montaña, formando múltiples microclimas y condiciones originales en cada subregión, de acuerdo con las alturas sobre el nivel del mar.

Recursos Hidricos

La Sierra Nevada se erige como un gran sistema montañoso entre el mar y la región del Caribe colombiano, la cual cuenta con una inmensa reserva acuífera y valiosos biomas neotropicales. El macizo está conformado por tres vertientes, 35 cuencas y más de 650 microcuencas que no sólo dan sustento a cerca de 180.000 serranos (30.000 indígenas y 150.000 campesinos), sino que se constituye en la fuente de agua de por lo menos 1.500.000 personas asentadas en los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena. Esta inmensa fuente hídrica produce cerca de 10.000 millones de metros cúbicos de agua al año, pero su aprovechamiento sigue siendo bajo.

La pérdida de regularidad de la oferta hídrica de la Sierra Nevada observada en las últimas décadas aparece causada por dos factores, uno antrópico y otro natural. En este sentido la acción humana ha generado acelerados procesos de deforestación que disminuyen la capacidad de almacenamiento o de retención de líquido en la cuenca. De las 2.115.873 hectáreas que conforman la Sierra Nevada, sólo el 15% se considera como bosque no alterado o escasamente intervenido, mientras que en el 85% restante se ubican las actividades humanas y económicas que han originado un deterioro de sus ecosistemas. El segundo fenómeno ligado a la escasa regularidad hídrica tiene relación con el descongelamiento de los nevados.

Fuentes: Plan de manejo PNN Sierra Nevada de Santa Marta , Economia de la Sierra Nevada

Contexto

El Plan de Trabajo de la UPD en el sector medioambiental para el 2017 pone como objetivo general la recuperación y salvaguarda de las áreas de elevado valor para la biodiversidad, centrando la atención en la Sierra Nevada de Santa Marta.

El territorio de la Sierra Nevada de Santa Marta cubre una importancia fundamental para todo el País, siendo una zona protegida y reconocida por el Unesco como patrimonio natural, destino turístico de crecimiento continuo y al mismo tiempo lugar en peligro de reducción de su biodiversidad y con históricos problemas de seguridad por la presencia de grupos armados ilegales. Es importante resaltar che la región tiene 5 unidades de conservación de importancia nacional, de las 10 presentes en la región Caribe siendo:

1. Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta

2. Parque Nacional Natural Tayrona

3. Santuario de Fauna y Flora Cienaga Grande de Santa Marta

4. Santuario de Fauna y Flora los Flamencos

5. Via Parque Isla de Salamanca

Para lograr el objetivo, la UPD decidió comenzar las actividades de (i) Identificación del contexto y evaluación de la red de apoyo medioambiental para la Sierra Nevada de Santa Marta, (ii) Identificación de las acciones de elevado impacto para la sostenibilidad ambiental en la Sierra Nevada de Santa Marta y (iii) Identificación de las modalidades de Empoderamiento de los actores y ONGs locales.

Bajo estas premisas, se identificó la urgencia de intervenir para favorecer la reintegración ambiental del humedal de la Cienaga Grande de Santa Marta, debido a su importancia en ámbito de la biodiversidad y por causa del fuerte deterioro de sus condiciones naturales.

Contexto social de la ecorregion Cienaga Grande de Santa Marta

Al interior del sistema se encuentran nueve cabeceras municipales, con poblaciones que oscilan entre los 87.355 de Ciénaga y 4.219 de la cabecera municipal de Zona Bananera.

En general, la economía de la ecorregión se caracteriza por el desarrollo de actividades básicas del sector primario, como pesca, agricultura, ganadería extensiva y agroindustria.

La ecorregión Ciénaga Grande de Santa Marta es una de las zonas más deprimidas del Departamento del Magdalena. Los municipios que la conforman, presentan indicadores de población con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) entre el 43,5% y el 67,27%.

Entre los servicios públicos, el agua potable es un servicio crítico: la cobertura del acueducto oscila entre el 50,8% y 86,3%, pero la captación del agua es superficial, abasteciéndose en su gran mayoría del Río Magdalena sin ningún tratamiento para el consumo humano.

La Ecorregión de la Cienaga Grande de Santa Marta comprende poblaciones en condiciones de extrema pobreza y vulnerabilidad, que sufren la ausencia o la deficiente presencia del Estado. Estas comunidades se encuentran constantemente excluidas, por lo que no cuentan con mecanismos de participación ciudadana eficaces que permitan su vinculación en la toma de decisiones relacionadas al manejo ambiental del humedal.

En los pueblos costeros y los de palafitos (Nueva Venecia, Buenavista y Bocas de Aracataca) de la jurisdicción de los municipios de Pueblo Viejo y Sitio Nuevo las viviendas no tienen servicio de agua y alcantarillado, y algunas de ellas cuentan con servicios de luz. Por esto, las comunidades carecen del servicio técnico de eliminación y tratamiento de residuos sólidos, líquidos y excretas, la mayoría de desechos son arrojados directamente a las ciénagas, aumentando sus niveles de contaminación. Sólo en Buenavista se dispone de recolección de basura. Estas poblaciones son los que ejercen mayor presión en la producción de residuos que van directamente al sistema lagunar, pues en conjunto producen 975 toneladas anuales de residuos sólidos.

Un problema fundamental es garantizar el mantenimiento de las características ecológicas de un ecosistema, en un contexto de desarrollo sostenible, en una situación de insuficiencia administrativa y financiera para la gestión y recuperación de dicho ecosistema.

Contexto Medioambiental de la Cienaga Grande de Santa Marta

La Ciénaga Grande de Santa Marta, además de ser un humedal de importancia internacional y  declarado como zona Ramsar, cuenta con otras declaratorias que reafirman su importancia ecológica: Santuario de Fauna y Flora de la Ciénaga Grande de Santa Marta (declarada en 1977); Zona de Reserva Exclusiva Ciénaga Grande de Santa Marta y el complejo (1978); Declaratoria de la UNESCO como Reserva de la Biosfera Ciénaga Grande de Santa Marta (2000).

Un informe de la Universidad del Norte, University of Florida y Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) evidencia en la Ciénaga un notable deterioro de su condiciones ecológicas, debido a diferentes causas antrópicas. El asunto problemático principal fue la construcción de la infraestructura viaria para la conexión entre Barranquilla y Santa Marta, que obtuvo el efecto de obstruir la conexión entre la Cienaga y el mar, disminuyendo el aporte de oxígeno y causando una fuerte diminución de los bosques de manglar, que ahora se están recuperando. La salinidad es una de las principales causas de la mortalidad del mangle y resequedad de los suelos, causada por precipitaciones irregulares y los bajos caudales – producto de la sedimentación de los caños que aportan agua dulce del río Magdalena. En segundo lugar la tala y quema del mangle, aunque a pequeña escala,  afecta el ecosistema.

Los principales factores degradadores del ecosistema derivan de la actividad agrícola que se despliega alrededor de la Ciénaga, como son los depósitos y desechos de residuos agroquímicos y el taponamiento de las fuentes de agua dulce para el riego. La irrigación requerida por los cultivos agroindustriales es a menudo causa de conflicto, inclusive armado, con las comunidades. Las faltas de control ha dado lugar a la apropiación irregular de las fuentes hídricas mediante la desviación y taponamiento de caños para el riego de manera no adecuada. A esto se suma la falta de acueducto, alcantarillado y de un sistema de saneamiento básico que afecta directamente a la ciénaga zona, recibiendo altas cantidades de desechos.

Muchos de los municipios ubicados en la ecorregión dependen de la pesca artesanal para subsistir, en otras palabras, su sustento diario depende de las condiciones ambientales en las que se encuentra el humedal. Sin embargo, las condiciones de pobreza representan una amenaza al ecosistema, debido a que la intensa explotación de los recursos derivada del aumento progresivo de personas que dependen de la pesca, contribuye a la pérdida de la biodiversidad.

Actividades

1. Identificación del contexto y evaluación de la red de apoyo medioambiental para la Sierra Nevada de Santa Marta.

La UPD empezó con la recolección de datos y la elaboración de las análisis contextuales para identificar las mayores problemáticas ambientales de la Sierra Nevada de Santa Marta, teniendo en cuenta: (i) la importancia estratégica en términos de biodiversidad, (ii) la relevancia de las amenazas y riesgos ambientales (iii), el grado de atención político y social acerca de los problemas identificados y (iv) el grado de factibilidad y el potencial impacto positivo de las solución de los problemas identificados.

La actividad permitió identificar en el humedal de la Cienaga Grande de Santa Marta el territorio más comprometido y con urgentes necesidades de reintegración medioambiental.

2. Identificación de las acciones de elevado impacto para la sostenibilidad ambiental en la Sierra Nevada de Santa Marta

Las análisis elaboradas en la primera actividad permitieron establecer los principales factores de contaminación y degradación ambiental, permitiendo concentrar los estudios estratégicos acerca de los siguientes problemas:

1. Sistemas de recolección de los deshechos y de vertimiento de aguas residuales, especialmente para las comunidades costeras y palafíticas;

2. El vertimiento de plaguicidas y fertilizantes fruto de las actividades agroindustriales;

3. Pérdida de biodiversidad por causa de la sobre-explotación del sector pesquero.

Los encuentros con las comunidades comenzaron en Palmira, en el municipio de Pueblo Viejo, centrandose en la sensibilización acerca el sistema de recolección de los deshechos.

3. Identificación de las modalidades de Empoderamiento de los actores y ONGs locales.

En el marco de las actividades de empoderamiento de los actores del desarrollo y de las ONGs locales, se estableció para el 2017 dar prioridad al territorio de la Cienaga Grande de Santa Marta dentro de las prácticas proyectuales y los talleres de elaboración proyectual en los cursos de capacitación. Esto permitirá involucrar dentro de los cursos los profesionales y actores del desarrollo activos en ese contexto territorial, consintiendo (i) mejorar la capacidad de las comunidades locales en el análisis y elaboración de proyectos y (ii) establecer estrategias compartidas durante los talleres de elaboración proyectual.

La Resistenza di Cali

Publicado en 14 mayo 2021 por Matteo BellinzasDerechos Humanos

Fonte della foto: Tembolres ONG “Guardia, forza! per la mia razza, per la mia terra!”, è uno dei nuovi slogan simbolo della rivolta sociale riesplosa in Colombia: l’inno della Guardia Indigena del Cauca viene cantato non piú solo a Cali, ma nel resto del paese e a Bogotà. La Guardia Indigena del Cauca (la Minga

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(Italiano) Aggiornamento sul Paro Nacional – 8 maggio 2021

Publicado en 8 mayo 2021 por Matteo BellinzasDerechos Humanos

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(Italiano) Colombia, adesso

Publicado en 5 mayo 2021 por Matteo BellinzasDerechos Humanos

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Amenazas ambientales y Riesgos hidrogeológicos

Amenazas ambientales y Riesgos hidrogeologicos

Fuentes: CEPAL, Plan Nacional de Desarrollo 2010‐2014, Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, Nuevos Escenarios de Cambio Climatico para Colombia 2011-2100

Colombia se encuentra localizada en la esquina noroccidental de América del Sur, en una zona de muy alta complejidad tectónica, en donde las placas de Nazca, Suramérica y del Caribe se encuentran, generando una alta actividad sísmica y volcánica que se ha evidenciado por la ocurrencia de sismos destructores, tsunami (maremotos) y la activación reciente de varios de sus volcanes.

Lo abrupto de sus regiones montañosas y la acción de agentes antrópicos, biológicos y de meteorización tales como las lluvias, los vientos y los cambios de temperatura característicos de las condiciones climáticas del trópico, han hecho de Colombia también un país altamente propenso a la acción de eventos severos de erosión, deslizamientos, crecientes torrenciales, avalanchas, desbordamientos, inundaciones e incendios forestales. Colombia presenta la tasa más alta de latinoamérica de desastres recurrentes provocados por fenómenos naturales, con más de 600 eventos reportados cada año en promedio y el décimo lugar de más alto riesgo económico derivado de dos o más peligros a causa de desastres en el mundo.

Amenaza sísmica

Debido a que la mayoría de la población colombiana se encuentra concentrada en grandes ciudades localizadas en las zonas de mayor amenaza o peligro y debido tanto a la acción del hombre como al proceso de industrialización de los últimos años, el potencial de desastre natural o de origen antrópico resulta significativamente alto para el país.

Amenazas hidrometeorológicas

Por sus características topográficas y su régimen hidrometeorológico particular, Colombia presenta grandes extensiones susceptibles a sufrir inundaciones principalmente en las partes bajas de las cuencas y en los valles de los ríos principales como son el río Magdalena, el río Cauca, el río Atrato, el río Putumayo y otros que afectan en gran medida los departamentos de Arauca y Casanare.

Amenaza por deslizamiento

Las  zonas propensas a deslizamientos se encuentran distribuidas en la cadena montañosa del país, especialmente en los departamentos de Antioquia, Tolima, Valle del Cauca, Caldas, Boyacá y Nariño por sus condiciones topográficas, geológicas e hidrológicas.

Los fenómenos de movimientos de masa han sido de especial atención a nivel nacional en cuanto a los efectos que estos tienen sobre los sectores residenciales y sobre la infraestructura vial.

Incendios forestales

En Colombia han ocurrido incendios forestales de daños considerables, causados tanto por actividades humanas como por las condiciones climáticas de los períodos de sequía. En julio de 2006 se presentó un incendio en el parque Nacional de los Nevados, afectando aproximadamente a 3.200 hectáreas y 30 humedales considerados como fuentes productoras de agua para la población y los sectores productivos de la zona. De igual manera, los incendios forestales y de cobertura vegetal ocurridos durante el Fenómeno de El Niño corresponden al 9% del total del daño estimado.

Contaminación recursos hídricos

Uno de los aspectos cruciales de la gestión ambiental es el recurso hídrico. Si bien Colombia cuenta con una oferta superficial de más de 2.000 km3 y el 36% del territorio con agua subterránea, se encuentra que el 40% de las principales cuencas del país son vulnerables al deterioro. En relación con este último punto, los más altos niveles de contaminación se presentan en las cuencas donde se concentra el mayor desarrollo económico y donde se puede producir el mayor impacto sobre la población.

Urbanización descontrolada

Los procesos desordenados de urbanización que se han generado en muchas regiones del país han causado transformaciones del paisaje, pérdida de biodiversidad, reducción del espacio público, disminución de la calidad del aire, afectación de la oferta y calidad del recurso hídrico, generación de residuos, pérdida y afectación de la disponibilidad de suelo y aumento de la vulnerabilidad.

Cambio climático

En Colombia durante el periodo 2006-2009 el número de eventos de carácter hidrometeorológico pasó de 4.286 a 8.504 para el periodo 2010-2013, esto representa un aumento de 2,6 veces el número de eventos ocurridos (DNP-SDAS, 2014, p. 12). En consecuencia, el número de familias afectadas se incrementó en 1,5 veces, al pasar de 4,4 millones a 6,4 millones, para los mismos periodos analizados, lo que refleja el aumento de la vulnerabilidad de la población a dichos eventos.

En respuesta a esta situación, Colombia actualizó su marco normativo en gestión del riesgo de desastres con la expedición de la Ley 1523 de 2012, en la cual se definieron los procesos de conocimiento y reducción del riesgo y el manejo de desastres.

Sin embargo, el aumento esperado en la temperatura, así como el comportamiento de las precipitaciones no será el mismo para todas las regiones de Colombia. Esto implica que las medidas para hacer frente a posibles fenómenos extremos deben ser diferentes para cada región del territorio nacional. Si los niveles de emisiones globales de GEI aumentan (como es lo más probable), la temperatura media anual en Colombia podría incrementarse gradualmente para el fin del Siglo XXI (año 2100) en 2.14ºC. Los mayores aumentos de temperatura para el periodo 2071 – 2100, se esperan en los departamentos de Arauca, Vichada, Vaupés y Norte de Santander (+2,6o C).

Las consecuencias esperadas son el mayor aumento en el nivel del mar, el derretimiento acelerado de los nevados y glaciares, así como el retroceso de páramos de los que dependen una gran cantidad de los acueductos en el país; la reducción en la productividad agropecuaria y la potencial mayor incidencia de fenómenos climáticos extremos. Este aumento en la temperatura sumado a los cambios en el uso del suelo, puede incrementar los procesos de desertificación, disminución de la productividad de los suelos agrícolas y la pérdida de fuentes y cursos de agua. Así mismo, puede ocasionar mayor incidencia de olas de calor especialmente en áreas urbanas.

Para el periodo 2071 – 2100, se espera que la precipitación media disminuya entre 10 a 30% en cerca del 27% del territorio nacional (Amazonas, Vaupés, sur del Caquetá, San Andrés y Providencia, Bolívar, Magdalena, Sucre y norte del Cesar). Estas reducciones en las lluvias sumadas a los cambios en el uso del suelo pueden acelerar e intensificar los procesos de desertificación y pérdida de fuentes y cursos de agua, con los consecuentes impactos sobre la salud humana, la producción agropecuaria y forestal, la economía y la competitividad regional.

De otro lado, para el mismo periodo se espera que la precipitación aumente entre 10 a 30% en cerca del 14% del territorio nacional (Nariño, Cauca, Huila, Tolima, Eje Cafetero, occidente de Antioquia, norte de Cundinamarca, Bogotá y centro de Boyacá). Estos aumentos en las lluvias sumados a los cambios en el uso del suelo pueden incrementar la posibilidad de deslizamientos, afectación de acueductos veredales y daño de la infraestructura vial en áreas de montaña, así como de inundaciones en áreas planas del país.

Amenazas ambientales y Riesgos hidrogeologicos

Fuentes: Plan de Desarrollo del Atlantico

Los principales eventos caracterizados como potenciales generadores de amenazas y riesgos en el departamento, incluyen fenómenos como los siguientes:

Deslizamiento de tierras. Fenómeno que se presenta generalmente en las subregiones costera (Tubará, Juan de Acosta, Piojó) y central, especialmente el municipio de Usiacurí y, mínimamente, en la oriental.

Remoción de masa. Fenómeno generado por la degradación de suelos que involucra desplazamientos de las capas superficiales y sub-superficiales bajo la condición combinada de la saturación de agua y la gravedad, caracterizados en suelos arcillosos expansivos. Se presenta en el Distrito de Barranquilla, en particular los sectores ubicados en la ladera suroccidental y la subregión costera.

Erosión. Se presenta en todo el territorio departamental bien por acción de la naturaleza o actividades antrópicas. La erosión costera sobre el Mar Caribe es un fenómeno ya recurrente en el departamento, lo cual viene afectando bienes y servicios de carácter turístico, demandando obras de estabilización y contención.

Inundación. Tiene particular ocurrencia en las subregiones sur y oriental del departamento y en sectores aledaños a la ciénaga de Mallorquín en el Distrito de Barranquilla. Este riesgo se agudiza en la zona oriental por los rellenos inapropiados de las ciénagas existentes entre Sabanagrande y Soledad, restringiendo el espejo de agua y, consecuentemente, ocasionando desbordamientos de zonas urbanas, afectando de manera especial sectores de población muy vulnerables.

Contaminación ambiental. Generada por la presencia de basureros a cielo abierto, mataderos clandestinos, quema de basuras y de capas vegetales para la preparación de terrenos para la siembra, la utilización de carbón y leña para la cocción de los alimentos y la explotación de canteras se encuentran dentro de sus aspectos más críticos, sin desconocer la gravedad de los vertimientos que sobre los cuerpos de agua ocasionan industrias y centros poblados sin alcantarillados sanitarios.

Sequías. Racionamientos, en ocasiones drásticos, por el agotamiento del recurso. La reducción de los niveles puede igualmente afectar los embalses dispuestos para la generación de energía eléctrica, con parecidos efectos en materia de racionamientos que afectan la calidad de vida de las comunidades.

Cambio climático. Por lo que concierne el cambio climático, las evidencias apuntan a la existencia de serios desequilibrios medio ambientales con manifestaciones severas en la temperatura y el régimen de vientos, junto a alternancia de periodos extremos de lluvias y sequias, como por lo registrado durante el fenómeno de El Niño. Los bajos niveles del Río Magdalena por gran parte de su recorrido a lo largo del departamento, contrapuesto a eventos como la catastrófica inundación del sur del departamento en el año 2010, pone de manifiesto la magnitud del problema, evidenciando riesgos de desabastecimiento hídrico y de la gestión de los riesgos geológicos. Tal situación impacta negativamente también sectores productivos del campo, con pérdida de productos agrícolas, reducción de la población bovina.

Debido a los actuales eventos climáticos, la gestión del riesgo ha cobrado mayor interés en las administraciones departamentales, por lo tanto las líneas de políticas públicas se direccionan hacia:

1. Búsqueda de alternativas para desarrollos agrícolas sostenibles de cara al cambio climático mundial.

2. Generación de energías alternativas

3. Atención al fenómeno de la erosión costera.

4. Generación efectiva de espacio público como fuente de incorporación “verde” en los centros poblados.

5. Recuperación de rondas hídricas.

6. Reforestación

7. Incremento y cuidado de las reservas naturales

Amenazas ambientales y Riesgos hidrogeologicos

Fuentes: Plan de Desarrollo Bolivar; GEO Cartagena, Informe de Gestión CARDIQUE 2016, PAI CARDIQUE 2016-2019, Acta Biológica Colombiana Vol. 11, Economía y conflicto en el Cono Sur del Departamento de Bolívar

Patrimonio de biodiversidad y amenazas medioambientales

En el Departamento de Bolívar hasta el año 2013 existían 3 Parques Nacionales Naturales de especial interés estratégico por su alta diversidad biológica: (i) el Parque Nacional Natural Islas Corales del Rosario y San Bernardo en donde hay Ecosistemas Estratégicos como Pastos Marinos, Corales y Manglares, (ii) el Santuario de Fauna y Flora “Los Colorados” y (iii) el Santuario de Fauna y Flora “El Corchal” que se comparte con el Departamento de Sucre y que están bajo la jurisdicción de CARDIQUE. No obstante, el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique – CARDIQUE- procedió a declarar un área 421,39 hectáreas, como Parque Natural Regional (PNR), el cual se denominará “Parque Natural Regional Bosque Seco El Ceibal Mono Tití”, ubicado en la jurisdicción del municipio de Santa Catalina, departamento de Bolívar.

Así mismo, dentro de la jurisdicción de CARDIQUE se encuentra la cuenca del Canal del DIQUE, un cuerpo de agua estratégico para el desarrollo económico, social y ambiental de esta región. Este ecosistema se encuentra presentando múltiples problemáticas: alta sedimentación, vertimiento de aguas servidas, vertimiento de residuos sólidos y deforestación.

Cabe destacar que todas estas situaciones impactan de manera negativa a las poblaciones que se asientan sobre este cuerpo de agua debido a que se reduce la calidad del recursos hídricos para el consumo humano y para la conservación de la diversidad biológica, mientras que en su desembocadura en la Bahía de Cartagena se reflejan problemas como alta contaminación y sedimentación que afectan la navegabilidad y la calidad de vida de la segunda aglomeración urbana del Caribe Colombiano. El Departamento de Bolívar cuenta además con que el 43% del territorio del Sur, sobre la Serranía de San Lucas se encuentra protegido bajo la figura de Reserva Forestal que corresponde a una estrategia de conservación en situ a través de la Ley Segunda de 1959 y que se encuentra en la jurisdicción de la Corporación del Sur del Bolívar.

Esta área es considerada como un área de especial importancia para la conservación de especies de aves y de recursos forestales e hídricos debido a la presencia de nacimiento de ríos y quebradas afluentes del Rio Magdalena, Cauca y San Jorge.

En cuanto al manejo de humedales que enriquecen esta parte de la geografía del departamento, el actual fenómeno del niño ha impactado negativamente estos cuerpos de agua en su profundidad y aumentando los niveles de sedimentación afectando a la diversidad biológica y el suministro de agua a poblaciones rurales. Adicionalmente estos cuerpos de agua, así como ríos y quebradas del departamento, se ven afectados en la calidad del líquido debido a la falta de saneamiento básico integral que contaminan permanentemente a los mismos. Este hecho hace que este recurso no sea apto para el consumo humano afectado así el derecho de la población de acceso a un mínimo vital de agua de calidad.

Amenazas medioambientales en Cartagena

Las principales fuentes de contaminación en la Bahía de Cartagena son la sedimentación y los metalespesados transportados por el Canal del Dique, los vertimientos de aguas servidas del alcantarillado del Distrito (materia orgánica, coliformes), los vertimientos industriales de las zonas de Mamomal y El Bosque, y la actividad marítima y portuaria (residuosoleosos e hidrocarburos).

El sistema de la Bahía de Cartagena presenta problemas de anoxia en aguas subsuperficiales, empobrecimiento faunístico por debajo de los 10 m deprofundidad, altos niveles de contaminación fecal porhidrocarburos y acumulaciones de mercurio en sedimentos.

El crecimiento de la ciudad ha cambiado la estructura en las comunidades vegetales locales. Se observa un proceso de ocupación de la tierra en zonas de alta importancia para la biodiversidad, como en La Ciénaga de la Virgen con pérdida del espejo de agua para el contorno de la ciénaga (zonas inundables y manglares de gran productividad). El ecosistema de manglar ha sido fuertemente impactado por la tala indiscriminada y el relleno de áreas de humedales, causado por los impactos acumulativos generados por descargas de aguas residuales y los residuos sólidos, que han diezmado las poblaciones de flora y fauna. Especies como el caracol pala y el chipi-chipi, ya no existen.

Uno de los problemas que enfrentan las especies ícticas es la exposición a los hidrocarburos aromáticos polinucleares y a los metales pesados como el mercurio. Según Olivero et al. (2004), el mercurio se ha detectado en la bilis de la lisa (Mugilincilis) y en los músculos de la jaiba (Callinectessp.) capturados en la bahía (frente a Álcalis). Estas especies alcanzan concentraciones promedias de mercurio cercanos a los límites máximos permisibles para consumo humano.

Amenazas medioambientales en el Cono Sur bolivariense

Los municipios del sur profundo del departamento de Bolívar, zona que también se conoce como el “Cono Sur bolivarense”, se ha delimitado a 16 municipios, pertenecientes a las subregiones o Zodes del Magdalena Medio, Loba y Mojana. Esta subregión de 16 mil kilómetros cuadrados es atravesada de sur a norte por la parte final de la cordillera Central, llamada Serranía de San Lucas, y está enmarcada entre los ríos Magdalena, Cauca, Cimitarra y Brazo de Loba.

En el sur de Bolívar confluyen varios ecosistemas, lo que hace tan difícil la administración de este territorio: el Magdalena Medio de ríos y ciénagas, la serranía de San Lucas de montañas y vertientes, la Depresión Momposina y La Mojana de humedales e inundaciones.

El Cono Sur de Bolívar comparte dos ecosistemas estratégicos, la Serranía de San Lucas y la planicie inundable de la Mojana y la Depresión Momposina. Esta última se forma a partir de la confluencia de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge, así como de innumerables ciénagas y caños. La subregión tiene por límite oriental el río Magdalena, al occidente el río Cauca, al sur el río Cimitarra y al norte el Brazo de Loba, mientras a nivel departamental limita con Sucre, Córdoba, Antioquia, Santander y Cesar. Organismos internacionales clasifican a la Serranía de San Lucas como una ecoregión estratégica, pero así mismo uno de los ecosistemas más amenazados y a la vez menos conocidos del continente. Igualmente, la mayor parte del sur de Bolívar está incluido en la Zona de Reserva Forestal (ZRF) del Río Magdalena. La totalidad del territorio de los municipios de Montecristo y San Pablo está en zona de reserva forestal, mientras Santa Rosa del Sur y Tiquisio tienen más del 90% de su jurisdicción en esta condición.

En su conjunto, los municipios del sur de Bolívar tienen el 73% de su territorio en zona de reserva forestal, situación que les impide a sus pobladores cultivar de manera legal, acceder a títulos de propiedad de sus casas o parcelas, así como a créditos otorgados por parte del sistema financiero o del gobierno. Sin títulos y sin derechos de propiedad no es posible acceder a créditos y esta situación hace más vulnerable a los campesinos del sur de Bolívar. Todos los municipios del Cono Sur son mayoritariamente rurales, siendo Achí el ejemplo extremo con el 83% de su población viviendo en el campo.

En el 2007 volvieron a incrementarse los cultivos de coca, por medio de los llamados cultivos itinerantes, al igual que las fumigaciones, cada vez más adentro de la serranía de San Lucas.

El problema de esta práctica son los costos ambientales que conlleva, así como los efectos colaterales en la salud humana. En este sentido, son preferibles los programas de erradicación manual, forzosa o voluntaria, así como la implementación de programas de desarrollo alternativo.

Tradicionalmente en las zonas mineras del sur de Bolívar la presencia del Estado ha sido muy escasa, lo que ha permitido que parte de ese vacío sea llenado por actores armados ilegales, como las guerrillas del ELN y las FARC, luego los paramilitares y más recientemente por los denominados grupos emergentes, los cuales continúan con las prácticas mafiosas de sus antecesores. Esta ilegalidad y el abandono del Estado han llevado a que un porcentaje significativo de las minas se explote de manera informal, sin ningún tipo de planeamiento, con implicaciones negativas sobre el medio ambiente y la población. En efecto, durante el proceso de beneficio del oro, la mayoría de mineros utilizan mercurio, cianuro y el ácido nítrico, muchos de los cuales son descargados sin ningún tratamiento en los cuerpos de agua cercanos a las minas.

Los riesgos son diversos: durante el proceso de fundición, el calentamiento de la amalgama al aire libre produce emisiones de vapor mercurio, que afecta la salud de los trabajadores y comunidades mineras. También, al convertirse en mercurio orgánico, es altamente contaminante para el agua, el aire y el suelo. De otra parte, el gas producido por el cianuro tiene efectos sobre el sistema nervioso central.

Cambio climático. El Departamento de Bolívar es un territorio especialmente vulnerable al Cambio Climático debido a que la mayoría de su población se encuentra asentada en zonas inundables, en áreas costeras y cenagosas  – como es el caso de la depresión Momposina – así como en suelos inestables en las partes altas de la Serranía de San Lucas.

Así mismo, las consecuencias del Fenómeno del Niño causaron problemas de suministro de agua en distintas regiones del departamento, mientras que en épocas de fenómeno de La Niña se enfrentan grandes dificultades frente a la alta vulnerabilidad de inundación. En las zonas costeras el aumento del nivel de mar pone en riesgo la infraestructura física del Distrito de Cartagena por medio de procesos de erosión costera que obligan a desarrollar estrategias de Gestión Integral de Riesgos de Desastres –GIRD- a nivel departamental y municipal.

Amenazas ambientales y Riesgos hidrogeologicos

Fuentes: Plan de Desarrollo La Guajira

El deterioro ambiental en La Guajira aparece elevado y con problemáticas multisectoriales: el desabastecimiento de agua, el avance del proceso de desertización, el desconocimiento por parte de la sociedad de la función, vulnerabilidad y potencialidad de los recursos naturales, la presencia de procesos erosivos en la costa, en los nacimientos y márgenes de las cuencas hidrográficas, la inadecuada disposición final de los desechos sólidos, el tráfico ilegal de especies de flora y fauna, la presión deforestadora en la Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá, zona costeras, Serranía de La Macuira, entre otros, son los factores de mayor impacto al medioambiente.

Contaminación del agua. El uso de agroquímicos y otros contaminantes han afectado las cuencas de los ríos Ranchería, Cesar y Tapias; la contaminación química de las aguas ha ido avanzando en la costa por causa de la explotación de carbón y de desechos industriales y el vertimiento de desechos sólidos y líquidos de los centros habitados.

Sequias. Indudablemente la problemática ambiental más grave del Departamento tiene que ver con el agotamiento de fuentes de agua en las tierras planas, lo que afecta en mayor medida la calidad de vida de los indígenas y limita la capacidad de abastecimiento y desarrollo territorial.

Conciencia ambiental: según la administración departamental, los principales problemas ambientales del Departamento de La Guajira son generados por la falta de conciencia de la sociedad guajira sobre el rol que juegan los recursos naturales para lograr el desarrollo económico.

Especies en peligro: las especies de la región, como la tortuga marina, el venado y la iguana, y con menor intensidad el tigrillo, perdiz, guacharacas, turpiales y flamencos rosados han sido víctimas del consumo humano afectando su supervivencia.

Deforestación. La tala de leña y mala utilización de los recursos naturales por los habitantes en la Sierra Nevada de Santa Marta y en la Serranía del Perijá, ha causado la deforestación de cuencas, franjas de protección de nacimientos y márgenes de quebradas.

Cambio Climatico. Los efectos del cambio climático empeoran el contexto territorial, haciendo que los escenarios de riesgos estén cada vez más presentes. Las amenazas de inundación, deslizamientos, vendavales, huracanes, las erosiones costeras y las consecuencias de las tormentas eléctricas hacen parte de la realidad departamental, que en el 2010 dejó a un total de 94.603 personas afectadas, impactando las vivienda, la salud de los habitantes, las vías para la movilidad, la infraestructura educativa, deportiva, cultural, la producción agropecuaria, y el patrimonio para la provisión de los servicios públicos domiciliarios.

Amenazas ambientales y Riesgos hidrogeologicos

Fuentes: Visión Magdalena 2032

Ecosistemas del departamento del Magdalena

El departamento presenta una gran diversidad de biomas y ecosistemas, debido fundamental- mente a la confluencia de tres elementos: los sistemas fluviales del río Magdalena y el río Cesar, el sistema montañoso de la Sierra Nevada de Santa Marta y el mar Caribe.

Además de los ecosistemas terrestres, Magdalena cuenta con 1.258 km2 de superficie de ecosistemas marinos y costeros, y un frente litoral sobre el mar Caribe de 225 kilómetros. La conjugación de estos ecosistemas y los terrestres en la zona norte del departamento, le han brindado unas condiciones de biodiversidad y paisajísticas especiales, con un importante sistema nacional de áreas protegidas que ocupa 297.210 hectáreas. Allí se destacan los Parques Nacionales Naturales Sierra Nevada de Santa Marta y Tayrona, la vía-parque Isla de Salamanca, el Santuario de Fauna y Flora de la Ciénaga Grande de Santa Marta y la declaratoria de este humedal costero (el más grande del país) como humedal Ramsar. También, tanto la Ciénaga Grande de Santa Marta como la Sierra Nevada de Santa Marta son Reservas Mundiales de la Biósfera y en esta última se complementan una reserva forestal de 207.947 hectáreas y cuatro resguardos indígenas.

Síntesis de problemáticas ambientales en el Magdalena divididas por sus 5 unidades  isiográficas
  1. Sierra Nevada de Santa Marta

Deforestación: tala y quema de arboles

Contaminación corrientes hídricas

Erosión de los suelos

Localización inapropiada cultivos

Sobrepastoreo

Manejo no ordenado cuencas

Ineficaz gestión ambiental autoridades

Débil concientización ambiental de las comunidades

Conflictos sociales: grupos armados ilegales

  1. Zona marino costera

Deforestación actividades agroindustriales y urbanas

Agua residuales

Erosión marino-costera

Salinización de suelos

Invasión especies icticas predadora

  1. Cienaga Grande de Santa Marta

Desecamiento cuerpos agua: ganadería y cultivos

Pérdida cobertura manglar

Crecimiento asentamientos e infraestructura económicas

Contaminación y sedimentos ríos Magdalena y cuerpos agua

  1. Ribereña Suroccidental

Desbordamiento del rio Magdalena

Uso inadecuado de playones

Deforestación

Sedimentación de ciénegas

Taponamiento de caños

  1. Valle del Ariguaní

Fuerte deforestación bosques

Erosión suelos y proceso de desertificación

Arrastre suelos erosionados a ríos Ariguaní y ciénagas

Desbordamiento lentico del río Ariguaní

Sismicidad media

Programas estratégicos departamentales

Programas de recuperación de ecosistemas estratégicos con visión integral: Ciénaga Grande de Santa Marta y Sierra Nevada de Santa Marta

(i) Reserva de biósfera de la Ciénaga Grande de Santa Marta y de la Sierra Nevada de Santa Marta, (ii) Ordenamiento territorial especial para ambos ecosistemas estratégicos, (iii) Planes de manejo de cuencas en ríos de la Sierra Nevada de Santa Marta, (iv) Humedal RAMSAR de la Ciénaga Grande de Santa Marta 6 Programa de conservación y desarrollo en áreas protegidas;

Programa de adaptación al cambio climático: zona costera, áreas con problemas de desertificación

Esta línea estratégica se orienta a generar un mejor manejo y ordenamiento en los usos del suelo a lo largo de la zona costera del departamento, de manera que la intensidad de la construcción en esta franja no ponga en riesgo su sustentabilidad ambiental y repercuta en problemas socioambientales como inundaciones, pérdida de playas y socioeconómicos como desplazamiento de hogares y destrucción de actividades productivas. Se contemplan como programas claves: (i) Obras de protección costera, (ii) Investigación científica en cambio climático aplicado a zonas costeras, (iii) Ordenamiento urbanístico-inmobiliario en zona costera, (iv) Recuperación de suelos en procesos de desertificación (v) Reforestación protectora en caños de las zonas de sabanas

Ampliación de las áreas protegidas: distritos de manejo integrado, reservas de la sociedad civil

Se requiere incrementar la superficie protegida con el fin de asegurar recursos y procesos naturales estratégicos: biodiversidad, suelo, agua, etc., lo cual es posible implementando nuevas figuras de protección, vinculando a propietarios y organizaciones de la sociedad civil. Como programas claves están: (i) Distritos de Manejo Integrado y (ii)            Áreas prioritarias de conservación.